Bienvenidos

Cada día del año se publica una nueva entrada en este espacio. ¡Gracias! por vuestra presencia!

domingo, 6 de septiembre de 2009

Sombras trapezoidales

Don Pedro Ojeda en su entrada de ayer en La Acequia, (clic aquí) nos daba un excelente punto de vista en referencia al mundo del circo y su vinculación con artistas de la talla de Picasso. Una entrada para disfrutar.
Mi entrada de hoy parte de una sección que tengo en este blog titulada “Pasen y vean con mis ojos” donde el protagonista indiscutible es el circo. Sus personajes, su vida, sus anécdotas, su entorno, su vida nómada e incomprendida. Estando con ellos en ocasiones mi voluble voluntad me ha llevado a pensar que soy uno más de ellos.

“Pasen y vean” parece un tanto abandonada por su falta de actualización. Craso error de quien crea que solo dispongo del material presentado en cada una de las secciones de este blog.
Hace unos día lave un poco la cara del mismo agrupando algunas secciones y en breve se abrirán alguna otra. Entre ellas un proyecto en el cual he estado trabajando a ratos en los dos últimos años. Me falta el titulo pero creo que terminara llamándose “Polaroid imaginaria”. Más madera para el editor que tanto busco.
El circo me atrae tanto como los viejos locales de jazz o las tabernas que puedan haber en los puertos marinos por excelencia, con todo lo ello conlleva. En más de una ocasión, la locura se apoderó de mí y me apunté a viajar en algún circo compartiendo desde dentro sus vivencias diarias. No me gustan los nuevos circos. Me gustan los de antes y por donde me muevo, os puedo garantizar que los hay.
Viejas carpas apedazadas con mil remiendos, recordando cada uno de ellos que su vida no es nada fácil. Pero cuando uno lleva algo en la sangre como diablos puede dejar su “adicción”.
Vivir el día a día desde dentro es una experiencia única e irrepetible. He viajado con dos circos de México (donde los avistadores de “Cirque du soleil” buscaban jóvenes trapecistas) con uno de Brasil, donde la exuberancia de una contorsionista me nublaba la vista cada noche. También conviví con un circo de origen alemán pero con “papeles” colombianos. Con uno, cuya carpa solo podía albergar a cien personas y con un quinto cuyo origen era Argentina, a pesar que sus artistas eran de casi todas las nacionalidades del Sur y Centroamérica. En Chile hay más de ciento ochenta circos. Cualquier día vuelvo a ponerme la nariz roja de “Charlie Rivel”, y aullare como un lobo en celo de buenas fotos y mejores historias que algún día verán la luz en ese soporte caduco, viejo y desesperante como es un libro encuadernado en un buen papel y unas tapas gruesas. ¿Que mas puedo pedir?
La imagen de hoy es parte de una visión particular. Un mundo de luces que esconde muchas sombras detrás del telón. Una realidad muy complicada donde el sobrevivir con dignidad es cada día mas difícil y arduo.
Amigos… pasen y vean. La función está a punto de comenzar.
Por cierto, en el enlace de Charlie Rivel entrareis en un blog realmente recomendable. El espacio de Don Carlo Calostro es simplemente único. Clicar aquí.
Todas las imágenes de este blog están subidas a una resolución de 1024.
Con un clic sobre la imagen las veréis a pantalla completa.
Ver la serie publicada hasta la fecha clic aquí
“Pasen y vean con mis ojos”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor
janpuerta@gmail.com

10 comentarios:

  1. Estupendo post.

    Comparto tus apreciaciones, amigo Jan, pero ¿sabes? Ese mundo de luces que esconde sombras...me da un no se que de repelús; desde siemptre, desde que era pequeño.

    Cuando tenia 9 años (lo recuerdo perfectamente), mis padres me llevaron al circo. Mi reacción al ver los payasos fue muy curiosa: lloré más que Jeremias.

    No volvieron a llevarme al circo...

    Un abrazo...!

    ResponderEliminar
  2. El texto es excelente, Jan, pero déjame que comente la foto: sugerencias de formas, casi pintura. Una foto para recordar.

    ResponderEliminar
  3. Genial y muy documentado el artículo de Pedro Ojeda.

    Entre ambos, me habéis transportado a mi más tierna infancia, a mi niñez, cuando mis padres me llevaban al extinto Circo Price de la Plaza del Rey, hoy "okupado" su lugar por una entidad bancaria, aledaña de las calles Barquillo e Infantas.

    El circo me subyugaba. Allí vi a Pinito del Oro, a Charlie Rivel, a Pompof y Teddy y a tantos otros artistas cuyos nombres han caído ya en el olvido para desgracia mía.

    También asistí, todos los veranos al "grandioso" Circo Americano, cuya carpa se instalaba en el mismísimo Paseo de la Castellana en su confluencia con Raimundo Fernández Villaverde, en lo que hoy es el complejo financiero Azca. Tenía hasta su propio zoo que lo formaban los animales que, luego, actuaban para deleite de mayores y pequeños.

    ¡Cuántas veces he soñado en mi adolescencia enrolarme en ese Circo Americano y viajar con ellos!

    Nunca os agradeceré bastante este viaje en el tiempo que habéis conseguido que emprenda.

    Te envidio, Jan. Me hubiera gustado compartir contigo esa vida nómada, enrolado en cualquier circo.

    Sigo pensando que el circo es uno de los mayores espectáculos que se le puede ofrecer a un niño. Además es un espectáculo verdad, sin trampa ni cartón. Hasta los ilusionistas son mucho más verdad que los personajes que ahora son "famosos".

    Tiene razón Pedro Ojeda. Creo que el circo, el fabuloso mundo del circo, ya nunca será igual. Desde luego, no igual a aquel que tuvimos la dicha de conocer.

    En Madrid tenemos de nuevo un Circo Price, en la Ronda de Atocha. Pero, no. No es igual. Hay toda clase de espectáculos y el circo es el menor de todos ellos.

    También veo siempre que viene el Circo del Sol. Es un gran espectáculo, fabuloso, pero no es lo mismo. O, al menos, yo no lo percibo como antaño. Quizás el problema esté dentro de mí.

    Gracias a los dos una vez más.

    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Tu vida es toda aventura, Jan.
    Toda aventura.

    Un abrazo.

    El sedentario Antón ;-)

    ResponderEliminar
  5. Buenos días, Jan Puerta:

    Interesante tu entrada y todos los comentarios.
    Ahora lo que me sorprende, -y que de niña no sabía valorar- es el grandísimo trabajo que tiene que llevar consigo: los interminables ejercicios de ensayos, el montar y desmontar la carpa y el despliegue de gentes, animales y vehículos, para unas pocas horas de actuación.
    Y todas las incomodidades con las que obligatoriamente tienen que encontrarse los artistas y sus gentes. Debe de gustarles de forma apasionada esta vida.
    Lo que no tengo duda es que detrás de cada persona, debe de haber un mundo de ilusión.

    Saludos. Gelu

    ResponderEliminar
  6. Tu vida es maravillosa Jan. sigue aprendiendo, viendo y disfrutando.Un abrazo!

    ResponderEliminar
  7. Eso mismo que cuentas me hubiese gustado hacer a mí, pero se me pasó el arroz... Jajaja.
    Como le decía a Pedro, no me llevaron mucho al circo y nunca sentí demasiada atracción hacia él pero sí me hubiese gustado conocer su vida por dentro como hiciste tú, convivir con ellos, observar, aprender y fotografiar. Seguro que junto a la dureza de su vida también hay momentos la mar de interesante.
    Un besote grande.

    ResponderEliminar
  8. Como siempre, cada nueva iniciativa que se te ocurre, amigo Jan, es como experimentar una sacudida de belleza y buen hacer en estado puro. Me enamora esta fotografía que ilustra tu entrada, y la serie, y aguardo impaciente esa nueva sección ...
    Estoy de vuelta, Jan, lamentablemente tan sólo estuve 5 días en Chile, en el Parque Nacional de las Torres del Paine. un lugar mágico.
    Un fuerte abrazo amigo.

    ResponderEliminar
  9. Cuando tenía ocho años, me enamoré locamente de una niña bellísima que volaba en el trapecio en el Circo Atlas; tanto, que iba secretamente todos los días a las traseras de la carpa por ver si podía atisbarla a la puerta de su roulotte. Un día la vi...iba cogida de la mano con otro niño de mi edad pero infinitamente más musculoso que yo y vestido de lentejuelas.Tardé mucho en recuperarme de aquel golpe; lo que se tarda al menos en llegar al puesto del algodón de azúcar hilado.

    ResponderEliminar
  10. ¡Magniiiiiiífica foto!

    Esperaré expectante el resto de la función.

    Un abrazo

    ResponderEliminar

Apreciados amigos…
La gestión del tiempo es uno de mis problemas. En la medida de lo posible, contestaré vuestros comentarios.
Un abrazo