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martes, 9 de abril de 2013

Parece que fue ayer

Mucho se ha escrito sobre la lectura y el placer de leer… 
Cuando la cámara aun no tenía la complicidad que tiene hoy en día conmigo, la opción de tner una librería propia ganaba enteros en mi vida. Eso de poder leer, aparentemente gratis, a cada momento me seducía por encima de todas las demás profesiones. Tal era mi necesidad de lectura que un buen amigo, escritor en ese momento, me hizo una lista de diez libros necesarios. Lista esta que fue aumentando progresivamente debido a mi voracidad lectora del momento. Eran tiempos, donde uno se perdía en mundos imaginarios a través de páginas y páginas escritas. Nada, parecía tener límite. Todo era posible al sumergirnos en historias fantásticas cuya lectura duraba un par de de días de dedicación casi completa. A los que nos gustaba leer, adentrarnos en un nuevo libro era descubrir la propia evolución a través de lo aprendido, ya sea por la descripción de un rincón lejano como la frase utilizada por un personaje al cual quisiéramos tener como referencia.

En más de una ocasión he hablado de las viejas librerías de Barcelona. Esas que tienen el olor de la solera entre los volúmenes que van adquiriendo más personalidad si cabe por estar entre tanta imaginación descrita a golpe de constancia. Las librerías que había en la calle Diputación de Barcelona, escoltadas por los jardines de la universidad, eran un excelente cebo para mi inquieta mirada de entonces. Me pasaba horas hablando con los libreros. De libros, de historias, de pasajes, de párrafos, de vidas que otros vivieron a su manera y nosotros juzgamos a la nuestra. Fue una época feliz. Ajena a todo lo que suponía vivir una realidad cada vez más voraz por aquello de ser anulado por la propia sociedad que ya empezaba a ser de consumo masivo de la incipiente televisión. 
Recuerdo que un viejo librero me dijo… “ya no se lee como antes”. Más o menos, me lo dijo a finales de los 70. No puedo ni quiero imaginar que diría hoy en día. 
El pasado 14 de noviembre de 2012, Ricard Fernández Valentí, publicaba en su blog una excelente entrada sobre ese rincon tan especial para mi. Para leerlo, clic aquí.
Clic aquí para ver la serie completa: 
Copyright © By Jan Puerta 2013. 
Texto y fotografías con copyride del autor. 
janpuerta@gmail.com

7 comentarios:

  1. Hola Jan. La fotografía desde el punto de vista técnico y estético no tiene desperdicio, con esos dos personajes uno en cada extremo de la misma diagonal. Ahora bien, lo que más me ha gustado es tu decisión de darnos la visión de la escena desde el lado menos habitual, el del vendedor (en este caso vendedora). Un abrazo.

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  2. Muy emotiva entrada. Se dejan acariciar tus recuerdos y eso se agradece.
    Un fuerte abrazo.

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  3. Es una pena que de les llibreries del carrer Diputació, només en quedi una d'oberta, però las coses van com van. La foto em sembla un homenatge a tots aquests llibreters ambulants que encara hi ha.
    Una abraçada

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  4. Veo que los dos recurrimos a un amigo para que nos "iniciara" en el mundo de la lectura.
    A mi también me ofrecieron una lista que poco a poco fue creciendo hasta el día de hoy.
    Es cierto que hay quien escribe la vida desde un punto y hay quien la lee desde otro pero, al final ese es el encanto inacabable de la lectura. Imaginar aquello que otro cuenta desde nuestra posición, posición que será seguro diferente a la do otros muchos lectores.
    No se si hoy se lee más o menos, mejor o peor que hace unos años, lo que a mi me interesa es que se siga escribiendo como entonces, como antes de entonces y como después de entonces. Solo así tendremos la oportunidad de continuar leyendo y gozando con la lectura.
    La foto es genial como siempre que se trata de mostrar escenas de la calle.
    Eres un genio en esto.
    Un abrazo

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  5. Ara per comprar llibres vells, quasi lo milor es anarse'n als Encants.Al carrer Diputació, no hi queda gran cosa. una foto que també m'agrada.
    Salutacions.

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  6. Jan los recuerdos están ahí para eso y creo que nunca deberíamos olvidarlos...Un saludo desde Almería.-
    http://visual-anjespinosa.blogspot.com.es/

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  7. Como decía la canción "Malos tiempos para la lírica", son malos tiempos para el libro y para la lectura, la gente no es que lea peor que antes, es que no lee y los poco que lo hacen, lo hacen atropelladamente, deprisa, de corrido y de cualquier manera. Por supuesto que hablo de forma genérica pero creo que el panorama es desolador y el futuro, con las nuevas generaciones y el libro electrónico, ufff, no puede ser más oscuro.

    La foto es genial, se me olvidaba decirlo.

    Abrazos.

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